
Una de las señales de que estamos con unos kilitos de más se ve reflejada en nuestra cara, especialmente en nuestra
quijada. Esta
doble piel que se forma en ella es conocida como
'papada'. La
papada, aunque al principio cueste deshacernos de ella,
puede reducirse o
prevenirse, primero perdiendo ese sobre peso o haciendo
ciertos ejercicios para prevenirlos si estamos en nuestro peso ideal. Estos
ejercicios nos ayudarán a
tonificar los músculos del cuello y de la
cara, al mismo tiempo que favorecerán la
elasticidad de la piel. A continuación, te ofrecemos unos
sencillos ejercicios que puedes realizar para
deshacerte de la papada.
1. Traza con la lengua, sobre el paladar superior, círculos en el sentido de las agujas del reloj mientras mantienes la espalda recta y la boca cerrada. Sólo es suficiente con hacer 10 repeticiones, 3 veces por día.
2. Pronuncia de manera marcada, abriendo mucho la boca, las cinco vocales. Repite este procedimiento 10 veces al día.
3. Con la espalda recta y los brazos cruzados estira el cuello hacia adelante y gira lentamente la cabeza a la derecha. Mantén esta posición por dos segundos y regresa a la posición inicial para después girar el cuello hacia la izquierda. Aparte de ejercitar los músculos del cuello, puedes aliviar dolores musculares y cervicales con este ejercicio. Sólo es necesario hacerlo unas 10 veces de cada lado.
4. Haz una sonrisa invertida intentando tensar al máximo los músculos del cuello, y repítelo 10 veces más.

5. Mastica en cualquier momento del día un chicle o goma de mascar. Esto hará trabajar a los músculos del cuello y la cara al mismo tiempo.
6. Camina manteniendo tu cabeza en posición neutral, ni adelante ni hacia atrás, ni muy abajo ni muy arriba. Mientras trabajas en la computadora, puedes adoptar esta postura con la nuca recta y los ojos a la altura de la pantalla.
7. Duerme con una almohada delgada. Si tu almohada es alta te hará roncar y estirará tu piel de tal manera que te producirá una doble piel o papada en tu quijada.
8. Hidrátate. Así como la piel del rostro y del cuerpo requiere hidratación, también lo necesita la del cuello. Consume de dos a tres litros de agua al día. Y no te olvides de aplicar un poco de loción o crema hidratante a tu cuello.
9. Ejercita los músculos. La pronunciación abierta de las vocales es un ejercicio indicado para reafirmar la piel del rostro, pero también resulta excelente para endurecer la zona de la papada. Realiza este ejercicio frente al espejo y exagera el gesto para tensar los músculos. En poco tiempo, notarás la diferencia en tu rostro y cuello.
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