EVITA LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Hoy compartimos algunos pasos y consejos que te mantendrán alejada de la retención de líquidos, tan dañina para tu salud y la belleza sobre todo de tus piernas.

Hay dos cosas que casi siempre resultan beneficiosas: hacer ejercicio, sobre todo de piernas, y beber agua. Aunque resulta extraño, una de las causas de retener líquidos es no beber suficiente. Si el cuerpo detecta  que no se ingiere suficiente líquido, puede reaccionar almacenando agua de reserva.

En algunos casos y según la causa de esa retención de líquidos, beber agua puede ser muy beneficioso.  Pero el agua también te ayudará si te sumerges en ella, ya que el aumento de presión hace que los fluidos tiendan a salir. Así, tomar un baño y mover las piernas o, aún mejor, practicar un poco de natación puede irte muy bien.

El ejercicio es clave, ya que activa la circulación en las piernas y ayuda a que tu cuerpo arrastre el exceso de líquido y sea eliminado por la orina. Caminar o correr muy ligeramente es uno de los mejores. Una media hora al día de caminata tranquila puede ser ideal en estos casos.

Procura que tus menús sean equilibrados, ricos en proteínas, vitaminas y minerales.

Come abundantes frutas y verduras. El efecto descongestionante de los flavonoides (presentes en algunas hortalizas y frutas como la uva), te será de gran ayuda.

No suprimas por completo la sal, en especial si estas tomando diuréticos, ya que podría haber una falta de potasio. Disminuye la cantidad de sal que añades a los alimentos.

Te aconsejamos:

• Beber al menos un litro y medio de agua (unos seis vasos) cada día.
• Evitar la ropa demasiado ajustada, especialmente en la cadera y las ingles, para no dificultar la circulación.
• Es importante que hidratar la piel de las piernas.
• Depilarte con cera fría. El calor no es nada recomendable.
• No utilizar diuréticos, ni siquiera naturales, si tu médico no te los prescribe.
• Cuando pases sentada mucho tiempo, mueve asiduamente pies y piernas. Así facilitaras una mejor circulación sanguínea.
• Caminar tanto como puedas. Es un magnifico y eficaz ejercicio para evitar la retención.
• Poner las piernas en alto cuando estés descansando.
• Elevar ligeramente el colchón a la altura de los pies.
• Consultar al médico si retienes líquidos habitualmente.